viernes, 7 de noviembre de 2008
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Tres distancias como tres edades, como tres tiempos y tres espacios, laberinto y espectro de los sentidos, de la mirada y el tacto, el oído y el olfato, el gusto por la arquitectura, por el proyecto y su condición fantasmática y separada, y en esa separación, en esa distancia, la reflexión vuelve siempre como sentido. Origen, doble, del sentido, si es que hay origen y si es que hay sentido. Representación sin presentación original. Arquitectura
1 comentario:
¡poned el nombra, porfa! interesante el paso de tu imagen fija al video: tu cuerpo se desmaterializa para hacerse transparente a lo que hay... que es como lo sentimos (al menos desde una óptica heideggeriana) nostros... pero ¿cómo lo ven los otros? hay que irlo sabiendo. Como en todos los casos, hay que ir buscando (o ya teniendo) el artificio que nos permita leer lo que aquí se narr en términos de espacio arquitectónico dibujado. [JVC]
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